Mariel Narbona, una cordobesa de 49 años, está a punto de celebrar un evento único en su vida. Tras un casamiento legal y un posterior divorcio en el pasado, ha decidido unirse nuevamente en matrimonio, pero esta vez consigo misma.
El 12 de agosto, en una reunión íntima con sus seres queridos, llevará a cabo una ceremonia de sologamia, una tendencia que está ganando popularidad en todo el mundo.
Aunque este tipo de unión no posee validez legal ni religiosa, para Mariel es de gran significado emocional. Con un vestido sencillo, un salón decorado y cerca de 30 personas, celebrará este evento en su barrio de la zona sur de Córdoba. La elección de este camino refleja su empoderamiento y autoaceptación en esta etapa de su vida.
Mariel, quien trabaja como arquitecta, considera este acto como una conquista de su madurez. Afirma que este proceso personal la ha llevado a sentirse completa y satisfecha consigo misma, sin necesidad de factores externos. «Ya me casé encorsetada, no me arrepiento, ahora me caso conmigo», menciona, destacando su transformación y empoderamiento a lo largo del tiempo.
El concepto de sologamia, aunque poco convencional, destaca la importancia de la autoestima, el amor propio y la autocelebración. En lugar de esperar a una pareja, Mariel elige honrar su relación consigo misma, y su elección destaca la diversidad de caminos que las personas pueden elegir para encontrar la felicidad y la realización personal.

