Todo empezó con la idea de un trabajador de la galería San Martín de llevar bownies para compartir. Pero, lo que no le contó a los gustosos comensales, es que estos tenían un agregado «extra»: cannabis.

La sustancia psicoactiva se encontrabá en los pastelillos de chocolate que el joven empezó a repartir entre sus compañeros de trabajo, unas veinte personas. Uno de los testigos, dijo que el mismo no dio aviso del agregado extra a la hora de repartirlos.
Pasadas unas horas algunos compañeros empezaron a sentir mareos, malestar, aumento de la presión arterial, propio del efecto de consumir cannabis en forma de comestible que es una de sus formas de consumo más potentes, se dio aviso a los servicios de emergencia y se hicieron presentes en el lugar.
“Unos lloran, otros ríen, otros tienen calor y dos están duros”, dijo otro empleado
Si bien aún no se confirmó que tipo de sustancia provocó las alteraciones, todo parece indicar que se trataría de marihuana. Se espera que desde recursos humanos mañana anuncien medidas al respecto del joven que llevó los brownies.

