Tras 22 años, el Instituto de la Yerba Mate no fijará el valor que los productores reciben de las yerbateras que, a su vez, competirán en las góndolas de almacenes y supermercados.
A partir de hoy, el precio de la yerba mate dejará de estar regulado por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym), después de 22 años. Esta medida es impulsada por el presidente Javier Milei a través del DNU 70/23.
Desde su creación en 2002, el Inym tenía la potestad de fijar los precios de la yerba mate y ordenar la cadena de valor. Sin embargo, con la nueva disposición, el instituto se transforma en un ente de promoción y fomento, dejando la fijación de precios en la mano invisible del mercado.
A pesar de que el directorio de la entidad había establecido precios «de referencia» mensuales hasta el 31 de marzo, los productores no estarán obligados a cumplirlos. Esto supone un cambio significativo en la forma en que se comercializa este producto tan arraigado en la cultura argentina.
Según el gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua, el Inym desempeñaba un papel fundamental en equilibrar la cadena de la yerba mate, garantizando la calidad del producto y protegiendo diversos aspectos sociales y económicos.
En cuanto a los precios, la yerba mate experimentó aumentos significativos en los últimos años. En diciembre de 2019, el paquete de medio kilo tenía un precio promedio de $97,47, mientras que para diciembre de 2023, este valor había aumentado a $1.397,19, representando un incremento del 1.397,2% en cuatro años.
Con la desregulación, se espera que los precios reflejen aún más las fluctuaciones del mercado y la oferta y demanda. En la actualidad, el kilo de hoja verde se está pagando alrededor de $370, pero los productores buscan que este precio se eleve a $500.

