La jornada del lunes arrojó postales preocupantes: Largas colas de vecinos y vecinas para hisoparse y un sistema sanitario al borde del colapso. ¿Cuál es la verdadera realidad de Malvinas hoy, frente al COVID-19?
La situación en la Provincia de Córdoba sigue siendo preocupante, los casos positivos no cesan y la variante Omicrón sigue predominando entre los contagiados. Una mutación que genera una alta tasa de positividad y tiene en vilo a todas las autoridades sanitarias.
Malvinas Argentinas no es la excepción a la regla, en los últimos días el pico de contagios se disparó superando ampliamente el centenar de casos activos en la ciudad, según informaron fuentes cercanas a las autoridades sanitarias.

Situación que generó una alta demanda de la comunidad en el centro de testeos, llevándolo al borde del colapso debido al poco personal y los escasos insumos con los que cuenta el dispensario local.
Decenas de personas regresaron a sus hogares sin haber conseguido un turno para determinar si tiene o no Covid-19, en medio de un panorama con aumento de casos y avance de la variante Ómicron.

La pandemia no da tregua y la débil estructura de salud con la que cuenta la ciudad hace que la situación sea de extrema preocupación. El Municipio hace 7 meses dejó de informar públicamente el seguimiento de los casos, cuando la ciudad pasaba uno de los peores momentos de la PANDEMIA con 337 diagnósticos confirmados de COVID-19. Una estrategia de comunicación al menos cuestionable, teniendo en cuenta que en todo el mundo, todos los países y todas las ciudades, se informa a la población cuál es la situación sanitaria.
Al día de hoy, el impacto de la pandemia es una incógnita en Malvinas Argentinas. No hay datos oficiales, las autoridades se niegan a dar declaraciones a la prensa y cientos de personas realizan largas colas bajo el rayo del sol, buscando conseguir uno de los pocos turnos que entregan por día en el centro de testeos.

Fundador y director de boomerang_net
Soy community manager y diseñador gráfico. Me gusta sacar fotitos. A veces hablo de política, cuando me enojo.