Un niño de once años quedó al borde del abismo después de pasar la baranda de su balcón y quedar atrapado en la red de protección, pero del lado de afuera.
Ocurrió en Rosario, en las calles Pellegrini y Corrientes, un acto de valentía se desarrolló ante los ojos de los vecinos. Su hermano mayor lo tenía agarrado, pero no podía hacerlo volver al interior del departamento.
Esta angustiante escena llamó la atención de los transeúntes, incluidos dos repartidores que no dudaron en detenerse y ayudar.
Después de ingresar a la propiedad, los repartidores rompieron la puerta de acceso al departamento y, con determinación, rompieron la red de protección. Un tercer individuo, que no ha sido identificado aún, logró atrapar al niño y llevarlo a un lugar seguro.
«Vimos que la gente miraba para arriba, veo al nene colgado y que todos estaban en shock. Empezamos a golpear las puertas y nadie quería abrir hasta que llegó un hombre, entramos y rompimos la puerta para poder entrar. Pensé que podía ser mi hijo y no me importó nada», relató uno de los héroes.