El cantante deslumbró con su espectáculo, en la segunda noche del festival. Junto a Juanse cerraron una noche épica cantando “Beso a beso”.
La Mona abrió su recital vestido todo de negro, con un chaleco con flecos metalizados y tachas en la muñeca y en el pantalón, como una estrella del Rock.
Más tarde se cambió la musculosa por otra que tenía naranja fluo en el pecho y para la etapa final apareció todo de dorado, de pies a cabeza, brillando, como es de costumbre, mientras iban sonando temas como “Tinta china”, “Ramito de violetas”, “El Renegado” y “Muchacho de barrio”,
El cantante fue claramente celebrado por el público, demostrando ser uno de los pocos artistas populares que pueden trascender la grieta rockera.

Los “amigos rockeros” de la Mona hicieron presencia en Cosquín Rock al final de show en el Escenario Norte del festival: Juanse, Mickey Rodríguez y José Palazzo: los invitados del artista del cuarteto fueron a cantar “¿Quién se ha tomado todo el vino?”.
Al recibir al líder de los Ratones Paranoicos en el escenario, Juanse tomó el micrófono y dijo que estaba festejando “al más grande”, pidió un aplauso y gritó bien fuerte un “¡Viva la Mona¡”. Luego, tomó una guitarra y entonó los acordes del tema, aunque le costaron, no pareció importante demasiado, ya que estaba muy feliz de compartir el escenario con un icono popular con la trayectoria de la Mona.
Finalizó “¿Quién se ha tomado todo el vino?” y fue Juanse el que pidió un tema más, “Beso a beso”, y dijo: “Quiero bailar. Allá abajo” (señalando la pasarela del escenario).
Ambos artistas terminaron bailando frente a una multitud, con Juanse sin remera, visiblemente emocionado por haber tenido la chance de vivir la fiesta a puro cuarteto.